Los primeros días de esta semana sirvieron para discutir si estuvo bien Andrés Romero en no jugar la Qualy del US Open, o si Miguel Carballo debería haber desatendido su compromiso de esta semana en Memphis, para buscar su lugar en la cita de dentro de 8 días en Olympic.
Cada uno tiene su opinión y es respetable, aunque aquí queremos marcar algunos puntos para comprender la situación. El tucumano llegó al Memorial, luego de haber jugado cinco semanas de forma consecutiva, con suerte diversa, ya que falló dos cortes y en los otros tres torneos sólo logró un Top 30. A eso hay que sumarle los 36 hoyos de la clasificación al Open Británico, donde consiguió una de las plazas para Royal Lytham.
Generalmente no suele jugar 6 semanas consecutivas pero el apoyo de su familia (que viajó a USA) fue clave para que Pigu tuviera la fuerza de aguantar hasta el Memorial Tournament. Y el sacrificio tuvo su fruto ya que con el segundo lugar en Muirfield Village, el tucumano se aseguró su tarjeta para el 2013 y se metió en el TOP 100 del Ranking Mundial, clave para una posible clasificación al PGA Championship, que se juega en agosto.
Podría haberse quedado a jugar un día más? Sí, pero eso le hubiera significado cortar las 2 semanas de descanso que tiene, de cara a otra etapa muy exigente que tendrá el siguiente calendario en semanas consecutivas: Travelers Championship (terminó 6° en 2011), AT&T National (en Congressional), The Greenbrier Classic (el año pasado finalizó 4°), para luego volar a Europa y jugar el Scottish Open y luego el Abierto Británico (su torneo favorito). Otras cinco semanas donde buscará confirmar todo lo bueno que hizo en la última semana.
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Marcos Virasoro
Diario de Golf
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