Para este fin de año queremos hacer un golpe a golpe especial, no es a un jugador profesional, sino a una familia ligada al golf desde sus orígenes. Los Ledesma, David, Nelson y Leo, quienes vivieron toda su vida en una humilde casa al lado de la cancha del jockey en la Rinconada.
Una gran familia, mucho para aprender de la unión y sacrificio que tuvieron a lo largo de su historia, muchas anécdotas y vivencias que valen la pena escuchar. David, el padre, Olga, la madre, los hijos, Nadia, Nelson, Iris, Leo y Nuri.
David, un hombre que toda su vida trabajó y sabe muy bien lo que es la entrega por lo que hace.
Nelson, un chico de gran carácter, desinhibido y sacrificado en todo lo que hace una persona muy interesante que tuvo muchas vivencias junto a su padre.
Leo, el más tranquilo de la familia, como dice su padre, el más dócil y bueno, pero a veces también se enoja, dice su hermano Nelson.
Entrevistamos a los hombres de esta familia, los jugadores que nacieron en el club Las Yungas.
¿Cómo conocen el golf los Ledesma?
David. Al vivir al lado del jockey estuvimos toda la vida involucrados en este deporte. Yo desde chico cortaba ramas de los árboles y con eso practicábamos swing con mis amigos.
Nelson. Yo comienzo por mi viejo, él siempre me enseñó. Con mis primos nos cruzábamos a la práctica que estaba a 50 metros y ahí hacíamos tiros.
Leo. Por mi papá y Nelson, yo los miraba a ellos. De mi hermano aprendí el swing. A los 13 años jugaba ahí en casa.
¿Cómo deciden hacerse profesionales los chicos?
David. Yo trabajaba de jardinero en las yungas, Nelson me ayudaba a trabajar desde chico, lo curioso es que apenas me descuidaba, él ya estaba en la cancha jugando con los chicos que pasaban. Así comenzó. Después en 2005 renuncia el chico de la casilla de palos y me contratan. En ese momento Nelson comienza a ser caddie y a practicar mucho más.
Nelson. En 2007 el gerente de la parte de golf en Las Yungas era Enrique Martinez Luque, quien me propone jugar la escuela del tour de profesionales. Yo no tenía ni idea que era, pero acepto. En ese momento decido dejar los estudios secundarios y hacerme profesional.
Leo. Yo también comienzo como caddie, zafo de la jardinería. Ja. Y ya hace un año que soy profesional, se me hace muy difícil, ya que este año seguía en la escuela. El año que viene voy a tener mucho más tiempo para practicar, eso es bueno.
Muchos años de golf en la casa. ¿Vidrios rotos?
N. Siempre tirábamos y en alguna casa caía. Hace como 10 años rompí una ventana y todavía tiene el huequito de la pelota.
D. Todavía no lo quiere arreglar, Ja.
¿Fue muy difícil el comienzo de los chicos como profesionales?
D. Con Nelson fue más difícil, gracias a Dios siempre tuvimos el apoyo del ingeniero Cotella y del club Las Yungas que dejaban practicar a los chicos.
Cuando Enrique le propone a Nelson hacerse profesional, forman un grupo de propietarios del club que deciden ayudarlo en los viajes que tenía que hacer.
Al principio cuando le tocaba viajar a las pre, juntábamos plata, viajaba y después teníamos que juntar de nuevo para poder mandarlo a los campeonatos.
A veces iba con bolsa de palos prestada, tenía un solo guante, su madre se lo cosía cuando se rompía.
A Leo lo apoyamos nosotros, pero ya no es tan complicado, ya que Nelson le va pasando la ropa y la bolsa de palos. Guantes, ahora sobran, a su hermano le dan en cada torneo.
¿Qué se extraña de los chicos cuando viajan?
D. Con Nelson ya casi nos acostumbramos, pero a Leo lo llamo todo el tiempo, no me acostumbro. Igual me gusta saber todo. Cuando terminan de jugar me comunico con ellos, Leo ya sabe soy y por eso me cuenta hoyo por hoyo como jugó, a Nelson le tengo que preguntar.
N. Cuando me voy se extraña un poco a la familia. Yo soy muy cargoso con mi hermana Nadia y cada vez que paso por su lado le hago algo, a veces llora y voy a pedirle perdón. Mi mama le dice: “cuando está querés que se vaya y cuando se va lo extrañas”. Con Iris es distinto, nos peleamos mano a mano.
Leo es mucho más tranquilo y servicial, hace caso siempre, cada vez que necesitan algo él lo hace.
Mi mamá le decía: “si seguís molestando, te vas afuera”. Él se iba y se quedaba sentado hasta que llegaba papa. Creo lo deben extrañar más que a mí. ja
¿Alguna anécdota?
N. Cuando era chico, no me acuerdo bien que había hecho pero mi mama comenzó a perseguirme, y yo corría, encima era gordito y me costaba. Gracias a Dios que no me alcanzó porque estaba muy enojada. Después se tranquilizó y estaba todo bien. No sé qué hubiese pasado si me atrapaba. Ja
L. Nelson me protegía pero a veces me molestaba y a veces me hacía llorar. Yo era muy “calentón”, una vez, un chico me jodía y lo empecé a perseguir con un palo.
D. Nunca tuve que gritar para poner orden en su casa, bastaba con hablarlos para que se tranquilicen.
Nelson era un mal consejero, le decía a Leo que no haga caso cuando le pidan algo, ja. Pero son buenos hijos. Siempre los tuve a mi lado.
¿Talento o entrenamiento?
D. Los dos son talentosos, pero el golf no basta con esto, requiere de mucho entrenamiento.
¿Algunos momentos en la carrera golfistica?
N. Cuando jugué el San Eliseo salí las dos primeras vueltas con Rafael Gómez. Yo estaba jugando muy mal, todas a los yuyos. En un par 5 tenía que tirar el 2 tiro, agarré el hierro 4 y le tiré al green, cuando estaba llegando veo que los de Golf Channel comienzan a levantarme las manos, yo pensaba que la había dejado cerca. Cuando llego, había entrado, en ese momento, Rafa me dice: “no puedo creer el tiro que hiciste” y yo le contesté: “yo tampoco”. No entendía nada, creo que ese tiro salió “tiro de la semana”. Ese torneo, curiosamente le gané los play off a Rafa.
L. Estoy arrancando, se me hace difícil pasar algunos cortes en los torneos ahora. Me falta ritmo de competencia. El año que viene cuando tenga más tiempo para practicar, voy a mejorar el juego.
Muchas anécdotas y vivencias de esta familia que nació y creció en la Rinconada. Muy sacrificados y agradecidos de lo que la vida les dio y por sobre todo muy unidos. Todos colaboran para llevar la familia en el día a día.
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Fuente: www.tiempodegolf.com
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